Pase demasiado tiempo en la escuela, demasiado tiempo esforzandome para ser la primera de la clase, demasiado tiempo complaciendo a mis padres, demasiado tiempo siendo la primera de mi generación, y luego tres años de media- reveldia en la secundaria o en la High School según los que no saben inglés o acostumbrados a las malas traducciones, y ahí en ese nivel de entre doce y quince años me prepare conociendo muchas cosas, amando las matemáticas y el algebra, queriendo cada vez más las artes y leyendo cada vez más libros por mes, para que pasara lo que hace ya más de una decada se impuso en mi país, ese exámen que más que probar que mereces una escuela es un filtro para los estudiantes que si, obviamente tiene su parte buena, pero le restringe a millones de jovenes un futuro mejor, lo pase, por que ahí se vio reflejado mi esfuerzo.
Fui y siempre seré orgullosamente CCH'era. Esos fueron unos de mis tres mejores si no es que los mejores de mi vida, porque conoces gente de tu mismo ideal, pensamientos o ciertos gustos y compañeros que te duran toda la vida, el CCH ó ENP se vuelven tu segunda familia, tu apoyo, tu empuje, y al terminar tenemos nuestra recompensa por todos esos años de esfuerzo, por todas las desveladas y nuestra hermosa Universidad nos regala el Pase esa oportunidad maravillosa donde ya tienes un lugar asegurado en nuestra gran casa de estudios, ese gran monstruo generoso y lleno de oportunidades para todos los que nos esforzamos.
Y ahora en algunas carreas de esta gran casa, nuestra casa, la casa de todos, UNAM, nos tiene una semana de preparación para entrar a la carrera que con trato trabajo escogimos, nos enseñan los pasillos, el plan de estudios, el sistema de becas y el costo que relativamente es muy barato, todo en bandeja de plata y alentandonos para así ser mejores estudiantes, mexicanos y personas con un futuro brillante y prometedor, porque somos el FUTURO.
¡México, Pumas Universidad!...
